Cuando nuestro navegador quiere acceder a una página web a través de HTTP (scheme = http), lo que hace es comunicarse con un servidor HTTP. Para ello descompone la URL en diferentes partes que le permite conocer la dirección de la máquina (host) y la ruta (path) del recurso que al que quiere acceder (o al que le va a enviar información), y envía un mensaje al servidor, lo que formalmente se conoce como una petición.
Algunas de las acciones que provocan que un navegador realice una petición HTTP son: escribir una URL en la barra de direcciones, pulsar un enlace, refrescar una pestaña o enviar un formulario.
Existen varios tipos de peticiones, aunque nosotros en este curso trabajaremos con dos tipos:
- GET: para solicitar información.
- POST: para enviar información.
Los mensajes de respuesta del servidor pueden ser de muchos tipos, aunque nosotros nos encontraremos normalmente tres, que significan:
- 200: que se ha encontrado correctamente el fichero/recurso.
- 403: que no tenemos permiso para acceder al fichero/recurso.
- 404: que el fichero/recurso que le hemos solicitado no se ha podido encontrar en el disco duro (puede ser porque no esté o porque la ruta es incorrecta).
El siguiente gráfico muestra un esquema simplificado que nos permite hacernos una idea sobre cómo funciona la comunicación entre ambos: